Encontrar restaurantes de comida rápida cerca es fácil, pero su proximidad a las escuelas preocupa por la salud estudiantil. Un estudio (2002-2005) examinó el vínculo entre estos restaurantes y la obesidad en estudiantes de intermedia y superior. Los estudiantes con restaurantes de comida rápida a media milla de sus escuelas consumieron menos frutas y vegetales, bebieron más refrescos y tenían mayor probabilidad de sobrepeso u obesidad. Esta asociación fue específica de los restaurantes de comida rápida, no observándose en otros negocios cercanos ni en conductas riesgosas como fumar. Los hallazgos sugieren que la exposición a entornos de comida poco saludable impacta significativamente los hábitos alimenticios y el peso de los adolescentes.
El estudio utilizó datos geocodificados de más de 500,000 estudiantes y modelos de regresión multivariante para evaluar la relación entre la obesidad adolescente y la proximidad a restaurantes de comida rápida. Controlando las características de los estudiantes y las escuelas, los investigadores encontraron una asociación estadísticamente significativa entre la proximidad a la comida rápida y el aumento del IMC, el sobrepeso y la obesidad.
La proximidad se midió usando un radio de media milla alrededor de las escuelas, una distancia fácilmente caminable en 10 minutos. También se consideró la distancia al restaurante de comida rápida más cercano y la cantidad de estos dentro del radio de media milla. Los resultados indicaron consistentemente que una mayor proximidad a restaurantes de comida rápida se correlacionaba con un IMC más alto en los estudiantes.
El estudio también analizó los patrones de consumo de alimentos. Los estudiantes de escuelas cercanas a restaurantes de comida rápida reportaron consumir menos porciones de vegetales, frutas y jugos, y eran más propensos a beber refrescos. Si bien no se encontraron diferencias significativas en el consumo general de papas fritas, un análisis separado centrado en establecimientos de hamburguesas mostró una asociación positiva.
Para descartar otros factores, se controló la presencia de gasolineras, moteles y supermercados cerca de las escuelas. La asociación entre la proximidad de la comida rápida y el peso se mantuvo significativa. Además, no se encontró relación significativa entre la proximidad de la comida rápida y el tabaquismo, lo que respalda la especificidad de la asociación con el peso.
Un análisis adicional reveló que la asociación entre la proximidad de la comida rápida y el IMC fue más fuerte entre los estudiantes negros y los que asisten a escuelas urbanas. Estos hallazgos resaltan el potencial de intervenciones dirigidas a grupos demográficos y comunidades específicas. Las conclusiones sugieren que las intervenciones políticas que limiten la proximidad de los restaurantes de comida rápida a las escuelas podrían ayudar a reducir la obesidad adolescente. Las medidas posibles incluyen ofrecer alternativas alimenticias más saludables, restringir los permisos de restaurantes de comida rápida cerca de las escuelas o incluso modificar los menús de los restaurantes en estas áreas. Si bien se necesita más investigación para establecer la causalidad, el estudio proporciona evidencia convincente del impacto negativo de la proximidad de la comida rápida en la salud estudiantil. El aumento de las tasas de obesidad infantil y sus riesgos para la salud asociados subrayan la urgencia de abordar este problema. Las políticas destinadas a mejorar el entorno alimentario alrededor de las escuelas podrían desempeñar un papel crucial en la promoción de hábitos alimenticios más saludables y la reducción de la obesidad entre los adolescentes.