La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) anunció la prohibición del Rojo No. 3, un colorante alimentario sintético relacionado con el cáncer en estudios con animales. Esta decisión impacta a miles de productos alimenticios, desde dulces y cereales hasta cócteles de frutas y batidos, donde el Rojo No. 3 proporciona un vibrante tono rojo cereza. El Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI), una organización que aboga por la seguridad alimentaria, ha hecho campaña durante mucho tiempo para esta prohibición, citando datos que indican que más de 9,200 productos alimenticios contienen el colorante. Si bien se está eliminando el Rojo No. 3, otros colorantes alimentarios artificiales, como el Rojo No. 40, que se ha asociado con problemas de comportamiento en los niños, siguen estando permitidos.
La acción de la FDA responde a años de insistencia por parte de grupos de consumidores y legisladores preocupados por el riesgo potencial de cáncer y los impactos conductuales del Rojo No. 3 en varios productos alimenticios y bebidas. Esta prohibición significa una victoria para estos defensores que han presentado evidencia que destaca los peligros potenciales del colorante.
La decisión de la FDA rectifica una contradicción de larga data: el Rojo No. 3 fue prohibido en cosméticos en 1990 debido a la Cláusula Delaney, una ley que prohíbe los aditivos alimentarios y cosméticos que se ha demostrado que causan cáncer en humanos o animales. Sin embargo, seguía siendo legal en los alimentos. El Dr. Peter Lurie, presidente del CSPI, celebró la prohibición, destacando lo absurdo de permitir una sustancia cancerígena en los alimentos para niños mientras se prohíbe en el lápiz labial.
Los fabricantes de alimentos tienen hasta el 15 de enero de 2027 para reformular los productos y eliminar el Rojo No. 3. Los fabricantes de medicamentos ingeridos, incluidos los suplementos dietéticos, tienen un año adicional para cumplir. La FDA enfatiza que cualquier alimento o aditivo de color que se demuestre que causa cáncer en humanos o animales no puede ser autorizado. Esta decisión subraya el compromiso de la FDA de garantizar la seguridad de los productos ingeridos.
El Rojo No. 3, un colorante derivado del petróleo, fue aprobado por primera vez para uso alimentario en 1907. Los esfuerzos de la FDA para prohibirlo se derivan de un estudio de la década de 1980 que vinculaba altas dosis del colorante con tumores en ratas macho. A pesar de la demora de décadas, la prohibición es elogiada como un paso significativo hacia un suministro de alimentos más seguro.
Grupos de defensa como el Grupo de Trabajo Ambiental dan la bienvenida a la prohibición como una victoria crucial para los consumidores. Expresan la esperanza de que esta acción impulse un mayor escrutinio de otros colorantes alimentarios artificiales que generan preocupación. Esta medida se considera una respuesta positiva a la creciente ansiedad de los consumidores sobre los ingredientes alimentarios.
La Asociación de Marcas de Consumo, que representa a las empresas de alimentos y bebidas, afirma su compromiso con la seguridad alimentaria y el cumplimiento de la prohibición de la FDA. Enfatizan la dedicación de la industria a seguir la evidencia científica y adherirse a las regulaciones de seguridad alimentaria. Esto asegura que los consumidores tengan opciones de alimentos seguras y accesibles.
Incluso antes de la prohibición federal, California y otros diez estados ya habían tomado medidas para restringir o prohibir el uso del Rojo No. 3 en productos alimenticios. A nivel internacional, países como Australia, Japón y los de la Unión Europea también han prohibido o restringido en gran medida el colorante. Esta tendencia global refleja una creciente conciencia de los riesgos potenciales para la salud asociados con el Rojo No. 3. Muchos fabricantes de alimentos estadounidenses habían eliminado de forma proactiva los colorantes artificiales, incluido el Rojo No. 3, anticipándose a los cambios regulatorios.
La Asociación Nacional de Confiteros, que representa a la industria de la confitería, reitera su compromiso de cumplir con las directrices de la FDA y enfatiza la importancia de un marco regulatorio nacional basado en la ciencia para la seguridad alimentaria.
Todos los aditivos de color requieren la aprobación de la FDA antes de su uso en alimentos que se venden en los EE. UU. De los 36 aditivos de color aprobados, nueve son colorantes sintéticos. La revisión continua de aditivos alimentarios por parte de la FDA, impulsada por peticiones de organizaciones como el CSPI, demuestra una capacidad de respuesta a las preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la salud.
Si bien la revisión de la FDA de 2011 no encontró un vínculo definitivo entre los colorantes artificiales y la hiperactividad en los niños, la preocupación persiste. La prohibición actual de la FDA del Rojo No. 3 se refiere al riesgo de cáncer, mientras que el debate sobre los efectos en el comportamiento continúa. La prohibición proactiva de California del Rojo No. 3 y otros aditivos alimentarios potencialmente dañinos, junto con su prohibición de seis colorantes sintéticos en los alimentos de las escuelas públicas, demuestra un fuerte compromiso con la seguridad alimentaria a nivel estatal.
Esta prohibición federal del Rojo No. 3 señala un posible cambio en la regulación alimentaria, con un creciente apoyo bipartidista para eliminar sustancias potencialmente dañinas del suministro de alimentos. Esta acción podría allanar el camino para más cambios regulatorios en la industria alimentaria.