La comida halal se adhiere a las pautas dietéticas islámicas descritas en el Corán. La palabra árabe «halal» se traduce como «permitido» o «lícito». En contraste, «haram» significa «prohibido» o «ilícito». Si bien los principios halal abarcan varios aspectos de la vida, se asocian más comúnmente con el consumo de alimentos. Un aspecto central de la comida halal es el método de sacrificio de animales, conocido como «zabiha». Este método implica una incisión rápida y profunda con un cuchillo afilado en la garganta del animal, cortando la vena yugular, la arteria carótida y la tráquea, mientras se recita una dedicación a Alá.
Aunque el sacrificio halal enfatiza el respeto por la vida, la práctica de no aturdir a los animales de antemano genera controversia. Sin embargo, es importante reconocer que las prácticas de aturdimiento en el sacrificio no halal también pueden ser inconsistentes. A menudo, un solo intento de aturdimiento, independientemente de su éxito, se considera suficiente.
Algunos organismos nacionales de certificación halal amplían los requisitos del sacrificio halal para incluir el estado mental del matarife y el trato y bienestar del animal antes del sacrificio.
Ciertos animales son inherentemente haram (prohibidos) para consumir, independientemente del método de sacrificio:
- La carne de cerdo y cualquier subproducto del cerdo están estrictamente prohibidos.
- Los burros, las mulas y los caballos no se consideran halal.
- Los animales con colmillos, como gatos, perros y osos, están prohibidos.
- Las aves de presa y los reptiles no están permitidos.
- Otros animales, incluidos los monos, también se consideran haram.
La comida vegana generalmente se considera halal, con la excepción de los platos que contienen alcohol. El alcohol, junto con todos los intoxicantes, se clasifica como haram.
El estado halal de la comida vegetariana, particularmente los lácteos y los huevos, es más complejo y depende de las interpretaciones individuales de la ley islámica. Esta ambigüedad surge de dos factores principales:
- La producción de lácteos y huevos a menudo implica prácticas consideradas no halal, como el sacrificio de pollitos o terneros machos al nacer. La producción de queso también puede utilizar cuajo animal no halal.
- El alimento proporcionado a algunos animales puede incluir ingredientes no halal, como subproductos del cerdo o productos farmacéuticos no halal.
La mayoría de los alimentos halal se adhieren a las leyes dietéticas que prohíben la carne de cerdo y el alcohol y requieren prácticas específicas de sacrificio para los animales. Comprender estos principios es crucial para quienes buscan consumir alimentos halal o aprender más sobre las prácticas dietéticas islámicas. Más allá de la carne, las consideraciones halal se extienden a otros productos alimenticios e ingredientes, lo que destaca la naturaleza integral de estas pautas en la vida diaria de los musulmanes practicantes.